Talleres sobre la mujer e igualdad de género
La ciudad es -o debería ser- de todas y todos. Las mujeres suman más de la mitad de la población mundial. Y sin embargo un paseo por nuestras calles y plazas, fácilmente puede llevarnos a la conclusión de que todo el mérito de la especie recae en los hombres. Porque si una estatua es reconocer un mérito, ¿dónde están en nuestras ciudades las estatuas de las mujeres notable? Deberíamos conocer más y mejor a tanta mujer digna de homenaje como ha habido. De eso trata este taller.
Es curiosa la imagen tópica que todavía hoy se tiene sobre quién aporta más a la economía doméstica en cualquier familia. Se sigue pensando que aporta más quien trabaja fuera de casa. Pero basta un simple cálculo -a precio de mercado- para darse cuenta de que, en la mayoría de los casos, la mayor aportación a la economía familiar la realizan las amas de casa. Descubrirlo es la primera de las grandes sorpresas de este taller.
Los cuentos tradicionales tenían la función de educar, de prevenir los peligros en la infancia. Eran historias tan terribles que las hemos tenido que ir suavizando. Lo que no ha cambiado es el papel atribuido a mujeres y niñas. Madrastras malvadas, niñas desobedientes, hermanastras envidiosas; y luego están ellos: príncipes, cazadores… Pero, ¿qué enseñan los cuentos clásicos cambiando el género de sus protagonistas? ¿Caperucito no sería valiente?
Ellas no están en la foto «oficial» de la Generación del 27. Pero ese año y en esa época, el primer cuarto del siglo XX, eran muchas las mujeres decididas a vivir libremente su experiencia total como artistas. Las hubo pintoras, poetas, novelistas, escultoras, actrices… Hoy las llamamos las «Sin sombrero» y con sus muy diferentes perfiles son una potente fuente de inspiración sobre qué significa ser artista y cómo luchar por serlo. En este taller les rendimos homenaje a las mujeres más libres que ha tenido España.